7. Juega de nuevo, falla mejor.
La exploración del juego me parece la mejor manera de iniciar esta ampliación de nuestro propio mundo perceptivo. El lenguaje que hemos integrado —simbólica y conceptualmente—, demasiado a menudo, no es la fuente de nuestra propia experiencia. Es una síntesis de una historia etimológica que ha fundado palabras basadas en intereses que quizás ya no compartimos. Digamos que nos hemos apropiado de estos elementos por comodidad. Luego nos enfrentamos a los límites implícitos de estos, a conceptos y razonamientos con los que nos identificamos a diario sin poder o querer desprendernos de ellos.
Ampliar estos mundos es un compromiso indispensable para encontrar estados más sensibles.
Aristóteles hablaba de la potencia (δυˊναμις), sinónimo de potencialidad, en oposición a lo que es activo. El potencial es, por tanto, lo que aún no se ha realizado, lo que es solo virtualidad, lista para eclosionar. El árbol está en potencia en la semilla, potencia en mi cuerpo. Solo queda por descubrir los potenciales que esconde cada ser humano, sus necesidades y el entorno necesario para germinar en el presente.
El acto (ἐνεˊργεια: energía) es realización, lo que da forma al mundo. El juego, como búsqueda, como permiso, tanto torpe como dominado, es el medio más natural que existe para actualizar nuestros potenciales. Nuestra curiosidad innata es un impulso, una improvisación que guía el presente, que nos empuja a buscar los límites de nuestro propio mundo y a ponerlos a prueba. Hay tantos humanos, grandes y pequeños, que han olvidado cómo jugar, que esperan validación, permiso o aprobación del exterior. La reproducción de los esquemas normativos impide un infinito de devenires, como una receta de cocina reproducida sin comprender la coherencia de los gestos. "Aplican diligentemente las recetas que se les han recomendado o que enseña tal doctrina que han adoptado. Progresan muy poco en el conocimiento de sí mismos porque, creyendo saber lo que deben hacer, no son curiosos y no observan".
Para no olvidar: Los potenciales se activan en la acción.
7. Juega de nuevo, falla mejor.