8. El arte esta de paso.
El arte, lo concibo como el estímulo que desencadena, atraviesa y pone en marcha la idea. Resuena en su paso y es la única cosa que no puede ser dominada ni domesticada por el ser humano; un impulso al que ponerse al servicio; un viento con el que bailar, seguir su ritmo y observar perplejo sus huellas, o bien ignorarlas.
Es el arte el que mide el estado de los sentidos que resuenan en los cuerpos, es el vínculo humano con la naturaleza, porque nace de la observación de esta, tanto exterior como interior.
El arte no se encuentra en la representación de una figura, es más crudo y más sutil, más preciso que un buen gesto; es lo que lo anima y lo que lo detiene, es lo que desborda la figura, estímulo que desencadena el gesto que traza, y que hace vibrar el cuerpo cuando descubrimos su huella, su presencia. Es el medio por el cual jugamos y construimos nuestro diálogo con el azar.
En estado de trance hace catarsis, hace resonar nuestra sensibilidad, nos dirige por la intuición y se expresa a través de la técnica; inseparable del ser humano, nos acompaña desde la noche de los tiempos y, al escuchar el silencio, nos sorprende.
Para no olvidar: El arte es lo único que nos queda de naturaleza.
8. Cultiva tu terreno.